‘Bolhanaro’: el 97% de las interacciones de los seguidores de Bolsonaro en las redes sociales se producen sin salir de su propia burbuja
por Info Amazônia
Por Marcelo Soares
Actualizado 31 de October, 2022 en 3:18 pm
En el caso de otros grandes grupos, como los partidarios de Lula y los ecologistas, la tasa se reduce a alrededor del 60% y el 55% respectivamente. PlenaMata analizó más de 950.000 tuits de temática medioambiental entre agosto y octubre de este año.
En cualquier tema de interés social o medioambiental que se debata en Twitter, es visible un patrón a la hora de recoger y analizar los datos: los bolsonaristas debaten el tema prácticamente sólo entre ellos, multiplicando principalmente las publicaciones de sus propios influenciadores y canales de comunicación.
Es una especie de “Bolhanaro” (“Burbujanaro”): el 97% de las interacciones se producen entre cuentas que sólo interactúan dentro de ella – en otros grandes grupos que debaten los temas fuera de la burbuja, como los partidarios de Lula y los ecologistas, esta tasa es de alrededor del 60% – lea más detalles en el curso del informe.
Esto facilita la multiplicación de la desinformación. La difusión de los mismos temas, a menudo con la ayuda de robots, aumenta el volumen y da la impresión de la existencia de una realidad paralela.
Para identificar estos engranajes de Bolhanaro, InfoAmazonia y PlenaMata analizaron 954.700 tuits sobre las palabras amazonía, deforestación, garimpo e incendios, publicados entre el 23 de agosto y el 22 de octubre de 2022, y a partir de más de 800.000 interacciones entre cuentas se pudo observar esta dinámica de red.
En esta burbuja, como demuestra el proyecto Mentira Tem Preço (Mentiras Tienen un Precio), circulan falsedades como que Brasil tiene la mejor legislación medioambiental del mundo, con el 80% de la Amazonia preservada.
Para la Bolhanaro, término elegido por el informe para denominar a la burbuja bolsonarista en las redes sociales, quienes hablan de falta de responsabilidad ambiental por parte de la agroindustria demonizan la producción de alimentos. Para ellos, aunque sea mentira, el gobierno de Bolsonaro ha creado una especie de indígena 2.0 y las organizaciones no gubernamentales son un peligro inminente.
Aunque la mayor parte de la desinformación bolsonarista circula por YouTube y por los canales de mensajería instantánea de las apps Telegram y Whatsapp, Twitter permite comprobar la dinámica de las conexiones cuando la desinformación emerge al debate público fuera de los espacios “propios” de la burbuja.
La dinámica de la Bolhanaro
Cómo interactuaron los 250 mayores perfiles Bolsonaristas en temas de la Amazonía
Fuente: Datos de 940.000 tuits recogidos en Trendsmap; grupos calculados con Gephi
Cómo leer este gráfico: Cada punto representa uno de los 250 perfiles bolsonaristas que más interactuaron en Twitter sobre temas relacionados con la Amazonía. El tamaño de cada punto y el grosor de cada línea son proporcionales al número de interacciones. Haga clic en un punto más claro para ver qué perfiles mayores comparten, y en un naranja más oscuro para ver quién ha compartido
Ecosistema propio
“Cuando se observan las URLs compartidas, se nota la construcción de un ecosistema informativo propio”, dice Marcelo Alves, profesor de la PUC-Rio e investigador del tema. Señala la alta incidencia de enlaces desde sitios web de extrema derecha, como Terra Brasil Notícias y Jornal da Cidade Online. Las noticias de la prensa convencional llegan, pero en un “filtraje selectivo”, que se hace eco para caracterizar a la prensa como antagonista, dice el investigador. “Es precisamente este fenómeno el que estimula la polarización”.
Raquel Recuero, investigadora de la Universidad Federal de Pelotas (UFPel), lleva años analizando el discurso bolsonarista en las redes y, en un reciente artículo, señala una “fuerte narrativa conspirativa resultante de estos discursos”. Este tono conspirativo, dice, contribuye a extremar el debate.
En Twitter, las cuentas de Bolhanaro incluso interactúan de forma provocativa con otros grupos, pero esta acción es mucho menos frecuente que la de impulsar al contenido publicado por los líderes de opinión de la burbuja. Esta participación inducida hace que los términos de interés de la burbuja entren en los trending topics y, como resultado, acaban convirtiéndose en noticia en las principales publicaciones brasileñas.
“La mecánica de interacción emprendida por los perfiles de la red repercute en la velocidad de difusión de un contenido y en la dinámica con la que el ecosistema responde a los ataques y contenidos perjudiciales para su agenda o liderazgo”, escribió el abogado Cristiano Zanin en una denuncia presentada ante la Justicia Electoral el 16 de octubre. “La mecánica de ocupación del espacio virtual emprendida por el sistema de desinformación es capaz de hacer llegar rápidamente un determinado contenido desinformativo a millones de personas”.
Investigadores como Chris Bouzy, de BotSentinel, y Janna Ocelli Omena, de Public Data Lab, ya han señalado una alta prevalencia de robots en esta participación, aunque también hay mucho activismo tradicional en las redes sociales.
Heloísa Massaro, de InternetLab, colabora con investigadores de todo Brasil y considera difícil diferenciar lo que es una “estrategia planificada” y lo que es un comportamiento orgánico en las redes. “Estos grupos tienen mucha gente involucrada, y lo que observamos es que la gente cercana a la campaña tiene cada vez más un papel de señalización de la dirección, de si se va por el camino correcto o no, que de controlar la definición de la ruta, porque hay mucha gente”, dice.
El engranaje de Bolhanaro
Podemos representar visualmente la dinámica de Bolhanaro a partir de los cientos de miles de interacciones recogidas por la herramienta Trendsmap, una herramienta de seguimiento global de las publicaciones realizadas en Twitter, que permite la búsqueda por palabra y ubicación.
En la herramienta de visualización Gephi, un programa analítico que permite visualizar el grado de afinidad entre pares de usuarios en una red, que calcula la proximidad entre perfiles a partir de sus interacciones, organizándolos en grupos, Bolhanaro aparece hablando casi al unísono, todos con el mismo color. Aquí, está en naranja.
Es un patrón similar al observado en las interacciones acerca de la Amazonía en los primeros debates electorales.
De los 52.904 perfiles cuyas interacciones fueron captadas por Trendsmap en las diez semanas analizadas, Bolhanaro cuenta con 13.413, es decir, algo más de la cuarta parte. Trendsmap cuenta las respuestas y los retuits como interacciones.
En el gráfico, aparece casi perfectamente esférica porque la inmensa mayoría de las interacciones se producen dentro de ella misma. Cuando un grupo tiene más interacción con los demás, aparece más unido y sus contornos sólo se distinguen al colorear los puntos.
“La burbuja bolsonarista está sobreconcentrada y es autorreferencial”, dice Vitor Piaia, investigador de la Escuela de Comunicación, Medios e Información de la Fundação Getulio Vargas (FGV ECMI), al comentar las interacciones durante los debates.
Si comparamos el patrón de interacción entre los participantes de esta burbuja con el de los otros dos grupos más grandes – que, para simplificar, llamaremos Lulaverso y Amigos del Medioambiente -, la autorreferencia es abrumadora: el 97% de las interacciones de Bolhanaro se producen dentro del propio grupo, frente al 60% de Lulaverso y el 55% de Amigos del Medioambiente.
Esto aparece especialmente cuando agregamos todas las interacciones de cada grupo y excluimos las que se producen internamente. Bolhanaro se convierte en un punto minúsculo, y la mayor parte de la conversación tiene lugar entre los otros dos grandes grupos, entre ellos y en diálogo con otros.
Hay micro y medianos influenciadores que multiplican más o menos el mismo mensaje. Por otro lado, según Raquel Recuero, hay una mayor pluralidad de discursos, y el gráfico muestra que hay suficiente proximidad para el diálogo. Las líneas que conectan a Bolhanaro con los diferentes grupos de la sociedad son líneas de conflicto: suelen producirse en interacciones agresivas.
Quién compone Bolhanaro
Podemos separar a Bolhanaro del resto del debate y observar cómo se dividen internamente sus más de 22.000 conexiones entre perfiles. Ahora, la burbuja tiene diez tonos de naranja, divididos sin mucha concentración y con una fuerte interacción interna.
Credit: Marcelo Soares / InfoAmazonia Credit: Marcelo Soares / InfoAmazonia
Estos subgrupos reflejan en cierto modo la “división del trabajo” descrita en una denuncia presentada el 16 de octubre por la campaña de Lula ante la Justicia Electoral. Tras la denuncia, algunas cuentas que no tienen implicación directa de las autoridades, como @brazilfght, fueron suspendidas por Twitter.
El subgrupo más grande tiene alrededor del 18% de los perfiles de la burbuja. Gravita en torno a las publicaciones del influenciador bolsonarista @kimpaim e incluye a famosos bolsonaristas del poder legislativo, como Bia Kicis, Cristiane Brasil (la hija de Roberto Jefferson, que publicó los vídeos en los que él comentaba los disparos que hizo a los agentes de la Policía Federal), Eduardo Cunha y Douglas Garcia. También están en esa burbuja secundaria el exministro Salim Mattar y el economista Leandro Ruschel.
En el seguimiento realizado por Mentira Tem Preço a lo largo del mes de septiembre, los tuits con mayor interacción con las mentiras sobre la deforestación en la Amazonía procedían de esta burbuja secundaria:
En el destacado de abajo vemos un patrón común, en el que una cuenta más grande publica algo y un enjambre de cuentas más pequeñas lo multiplica. Paim, un youtuber residente en Australia, fue descrito en la denuncia como una especie de “agregador” de frases de los principales perfiles que interactúan con Carlos Bolsonaro, hijo del presidente de la República y designado como articulador del llamado “Gabinete del Odio”.
La maraña de tonalidades de naranja sugiere muchas interacciones dentro del propio grupo, pero vale la pena mirarlo en conjunto como hicimos anteriormente. El grupo de Kim Paim aparece como central, porque hace referencia a todas las demás burbujas secundarias:
La segunda mayor burbuja dentro de Bolhanaro es la que tiene como mayor referencia el asesor especial Filipe Martins, que se hizo famoso por hacer un gesto neonazi y justificar que sólo se estaba arreglando la solapa. En esa burbuja se encuentran políticos más cercanos a Bolsonaro, como el general Braga Netto, Paulo Figueiredo, Adolfo Sachsida y el Carteiro Reaça, así como influenciadores digitales como la economista Renata Barreto (que recientemente se hizo famosa por estar en contra de la Ilustración) y el ex-BBB Adrilles Jorge.
La burbuja cuenta con el 11% de los perfiles, y este es el patrón de enjambre interno:
La tercera burbuja, con un 9,6% de los perfiles, tiene como principales referencias medios de comunicación claramente identificados con el bolsonarismo, como la Revista Oeste y Jovem Pan News, contando además con el perfil de Jorge Serrão, comentarista de la emisora. El ministro de Comunicaciones, Fábio Faria, está en esa burbuja.
Colaboración de Isabella Marin Silva, de Lagom Data.
La Sala de Democracia Digital, de FGV ECMI, es una iniciativa de monitoreo y análisis del debate público en internet y, actualmente, dispone de alianzas para seguir la política en las redes en Brasil y América Latina. Este contenido ha sido producido por el asociado InfoAmazônia.